Page 39 - Revista Virtualidad Educativa edición 2

Desarrollo
Profesionalización del oficio de enseñar.
La profesionalización del oficio de enseñar es un tema relevante en el campo de la educación, ya que busca elevar la calidad de la enseñanza y mejorar los resultados de aprendizaje de los estudiantes. Este enfoque implica reconocer la labor docente como una actividad que requiere de formación, habilidades y competencias específicas que demande, también, las grandes tendencias de desarrollo de la sociedad, la cultura, la política, las tecnologías, etc.
Diversas investigaciones respaldan la importancia de la profesionalización docente. Por ejemplo, el informe McKinsey (2007) destaca que los docentes altamente capacitados tienen un impacto significativo en el rendimiento estudiantil, incluso más allá de los factores socioeconómicos. Asimismo, un estudio de Darling-Hammond (2017) señala que la capacitación continua y el desarrollo profesional de los docentes se relacionan con mejores resultados académicos.
En este contexto, la formación inicial y continua de los docentes adquiere un papel fundamental. Estudios como el de Ingersoll y Strong (2011) resaltan la importancia de programas de formación docente sólidos y basados en la evidencia, que aborden tanto los conocimientos pedagógicos, como las habilidades de gestión del aula.
Además, la profesionalización del oficio de enseñar se relaciona con el desarrollo de comunidades de práctica y la colaboración entre docentes. La investigación de Wenger- Trayner y Wenger-Trayner (2015) destaca cómo el intercambio de conocimientos y la colaboración entre pares pueden mejorar la calidad de la enseñanza y el aprendizaje.
Decimos así, que la profesionalización del oficio de enseñar es un proceso esencial para recuperar y elevar la calidad educativa considerando, como señala Litwin (2009) el valor de la profesionalidad en la formación y en el ejercicio. Es decir, la formación docente, el desarrollo profesional continuo y la colaboración entre docentes son elementos claves en este proceso. Al invertir en la profesionalización de los docentes, se promueve una educación de calidad que prepara a los futuros docentes para enfrentar los desafíos del siglo XXI, sin dejar de tener en cuenta que es uno de los pilares de los Institutos de Formación Docente.
Paradigma del practicante reflexivo.
Ahora, nos situemos desde el paradigma del practicante reflexivo como un enfoque fundamental en el ámbito de la formación docente, que promueve la profesionalización del oficio de enseñar. Este paradigma se basa en la idea de que los docentes deben ser agentes activos en su propio desarrollo profesional, reflexionando sobre sus prácticas y tomando decisiones informadas y fundamentadas.
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