Page 50 - Revista Virtualidad Educativa edición 2
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 Introducción
 Una realidad que duele.
En la actualidad, más del 50% de las nuevas infecciones por VIH (virus de la inmunodeficiencia humana) en el mundo afectan a los adolescentes (UNAIDS, 2020). Esta incidencia es especialmente notable en los países en vías de desarrollo, donde los adolescentes tienen un conocimiento parcial y deficiente sobre el VIH, además de concepciones erróneas sobre las vías de contagio y las medidas de protección (UNICEF, 2020).
Por otro lado, se atribuye la incidencia del VIH en los adolescentes a una conducta sexual caracterizada por el inicio temprano de relaciones sexuales. En algunos países, se observa que la edad de inicio de estas prácticas es inferior a los 18 años, especialmente en varones. Por ejemplo, en España, el 34,6% de los adolescentes ha tenido relaciones sexuales, siendo más frecuente en varones que en mujeres (Instituto Nacional de Estadística [INE], 2020).
De esta manera, podemos plantear que el problema está relacionado tanto con las nociones sobre la sexualidad que poseen los adolescentes, como con la conducta representada por la frecuencia y la edad de inicio de las relaciones sexuales. De hecho, varios estudios han demostrado una estrecha relación entre la conducta de las personas y la salud, llegando algunos autores a afirmar que las principales causas de muerte ya no son las enfermedades infecciosas, sino aquellas derivadas de conductas y estilos de vida poco saludables (WHO, 2020).
En América Latina y el Caribe, se ha evidenciado esta relación entre conocimiento, conducta sexual y las infecciones de transmisión sexual (ITS). Diversas encuestas realizadas a jóvenes han mostrado que la gran mayoría carece de conocimientos sólidos sobre cómo protegerse de la infección, así como se ha observado un bajo uso de preservativos en relaciones sexuales de riesgo y un inicio temprano de la actividad sexual (UNFPA, 2020). Por ejemplo, en Venezuela, es frecuente la actividad sexual en adolescentes de 11 a 17 años, especialmente entre los 14 y 15 años, con un bajo uso de métodos anticonceptivos y un mayor número de parejas sexuales en varones. Sin embargo, las chicas muestran un mejor conocimiento acerca de las ITS, posiblemente debido a una mejor información proporcionada por sus padres en el hogar. Hallazgos similares se han obtenido en Perú, donde las ITS y el VIH/SIDA (síndrome de inmunodeficiencia adquirida) afectan principalmente a la población joven, de 15 a 24 años, sexualmente activa y de sexo masculino (Ministerio de Salud del Perú, 2020).
Específicamente, los jóvenes se enfrentan a una carga especial en la pandemia del VIH/ SIDA, ya que son más vulnerables que los adultos en cuanto a embarazos no deseados, infecciones de transmisión sexual y VIH/SIDA. Dentro de este grupo, las mujeres
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