Page 52 - Revista Virtualidad Educativa edición 2
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 Desarrollo
¿Qué conocemos?
El ser humano se caracteriza principalmente por ser un ente biopsicosocial, lo cual significa que es un ser vivo que cuenta con una estructura tangible y otra inmaterial, donde destacan aspectos como la personalidad, los principios, los valores y motivaciones, los cuales le facilitan formar parte y coexistir dentro de una sociedad y actuar de acuerdo con sus valores psicológicos, límites, aprendizajes y experiencias (Hernández, 2020).
Por otro lado, el entorno que rodea al ser humano le produce millones de impresiones y cambios en las actividades que suele realizar. En otras palabras, el medio interactúa sobre el cuerpo mediante los sentidos, que le permiten canalizar los estímulos sensoriales y formar alteraciones en el organismo, absorbiendo una gran cantidad de información que es analizada y organizada por el cerebro y convertida posteriormente en información que crea diferentes necesidades que se satisfacen al llevar a cabo una acción (Rodríguez, 2018).
¿A qué denominamos conducta?
Una definición básica de conducta es aquella bajo la cual se asume de manera general como toda actividad desarrollada por un organismo vivo. Esto quiere decir que la conducta se refiere a las acciones que lleva a cabo todo ser vivo. Al saber que a toda acción corresponde una causa, se determina que no es más que la reacción de un organismo frente a los estímulos que recibe y a las relaciones que establece con su entorno (Skinner, 1974).
Por otra parte, también se establece a la conducta como un conjunto de fenómenos que son observables o que son factibles de ser detectados, lo cual implica la consigna metodológica de atenerse a los hechos tal cual ellos se dan, con exclusión de toda inferencia animista o vitalista. Dentro de esta definición resalta la idea de que la conducta se compone únicamente de aquellas acciones que son visibles, por ende, su estudio se basa en los hechos constatados, descartando de cualquier modo toda idea de que la conducta implique fuerzas interiores intangibles o atribuciones dualistas extramateriales (Skinner, 1974).
En el mismo orden de ideas, uno de los grandes precursores del conductismo considera a la conducta como el movimiento de un organismo o sus partes dentro de un marco de referencia suministrado por el mismo organismo, por varios objetos externos o campos de fuerza. Partiendo de esto, Skinner se refiere a la conducta como la respuesta de un organismo sobre el mundo exterior. Esto implica que los diversos factores que componen el medio afectan directamente al comportamiento (Skinner, 1974).
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