Page 91 - Revista Virtualidad Educativa edición 2

universidad la compromete con la producción del conocimiento necesario para la transformación de los territorios. Se considera particularmente que en estas universidades se pueden establecer relaciones efectivas con otras instituciones, en especial con las que producen ciencia y tecnología en el ámbito territorial, con la finalidad de alcanzar el conocimiento necesario para el desarrollo socio productivo a través de una mayor integralidad en la solución de problemas en el contexto.
En cuanto a una aproximación conceptual sobre la gestión social del conocimiento, el modelo propuesto por Nonaka y Takeuchi en 1995, brinda elementos explicativos en correspondencia a los fines de este trabajo. En dicho modelo se combinan la dimensión epistemológica y la ontológica del conocimiento (Figura 2). En cuanto a ello, la dimensión epistemológica hace referencia a la naturaleza del conocimiento y la dimensión ontológica está relacionada con sus fuentes y ubicación (individuos y grupos). Solo las personas generan conocimiento, basándose en sus experiencias, valores e información que les permite evaluar y asimilar nuevas experiencias e información. Según esos autores como se citó en Hoe (2006), el conocimiento también reside en las organizaciones y sus contextos y se formaliza en documentos, archivos, depósitos, procesos, productos, prácticas y normas.
Figura 2. Dimensiones epistemológica y ontológica en la creación del conocimiento según el modelo de Nonaka y Takeuchi.
Nota: adaptado de Pérez (2013).
Como resultado, entre ambas dimensiones se conforma una espiral del conocimiento, cuando la interacción entre el conocimiento tácito y explícito transita desde un nivel inferior a otro superior. El modelo referido posibilita comprender y visualizar, además, un ciclo continuo para la gestión social del conocimiento que mediatiza la interacción social
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